Pocas veces nos paramos a pensar el paralelismo que existe entre el antiguo Egipto y el mundo actual en el que vivimos. El concepto «esclavitud» hace referencia a la condición de un individuo que se encuentra privado de su libertad, y que se convierte en la propiedad, explotable y negociable como bien material, de otra persona, en este caso, el rey de Egipto. Si nos acogemos al símil podríamos decir que nosotros somos esclavos y estamos a merced de un faraón. Lo único que sucede es que el poder del faraónico no proviene de una sóla persona, sino que proviene de la sociedad que nos tiraniza hacia un estilo de vida que nos hace inmensamente infelices. Nos castiga con el látigo de la indiferencia, y pese a todo, con el sudor de nuestra frente, edificamos magníficas construcciones en honor y gloria de alguien que no sabe ni nuestro nombre. Y sí, es cierto, en medio del árido desierto por el cual vas arrastrando los bloques de piedra para construir las pirámides, existen pequeños oasis a los que llamamos vacaciones, sexo sin comprimiso, cañas con los amigos o salidas a la montaña, pero sé sincer@ conmigo ¿Eres realmente feliz?

Durante esta tiranía faraónica que hemos experimentado el tiempo que llevamos en la faz de la Tierra se nos ha intentado ocultar, deformar o malvender la única Verdad que nos hará libres: Dios existe, y no eres tú.
Esto aunque no lo sepas, tiene un montón de ventajas, lo que sucede es que nunca nadie nos lo ha contado. Descubre a través de este libro una forma diferente de llegar a aquello que llamamos éxito y las claves para liberarte de la tiranía faraónica y llegar a la Tierra Prometida.